La Casa Blanca
Palabras del Vicepresidente Pence en la Ceremonia de Juramentación de Carlos Trujillo como Representante Permanente de los Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos (OEA)
2 de mayo de 2018
Oficina Ceremonial del Vicepresidente
Edificio de la Oficina Ejecutiva Eisenhower
4:04 P.M. EDT
EL VICEPRESIDENTE: Bueno, buenas tardes. Y en nombre del Presidente Trump y de la Primera Familia, tengo el privilegio de decir, bienvenidos a la Casa Blanca. Y bienvenidos a la toma de posesión del 20º Embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos, Carlos Trujillo. (Aplausos.)
Antes de comenzar, permítanme decir algunas palabras de corazón acerca de un incidente trágico que ocurrió el día de hoy. Quisiera tomar un momento para hablar sobre el accidente de la Guardia Nacional Aérea C-130 de Puerto Rico que se estrelló en las afueras de Savannah, Georgia. Los rescatistas están en la escena. Continuaremos monitoreando el desarrollo de la situación.
Pero permítanme expresar las más profundas condolencias de la Primera Familia y mi familia, a todas las familias de estos valientes estadounidenses, y a todos los valientes aviadores que sirven con ellos en la Guardia Nacional de Puerto Rico. Todos ustedes están en nuestros corazones y permanecerán en nuestras oraciones.
Y gracias a todos por estar aquí en esta ocasión tan especial. Y, Carlos, me gustaría comenzar hoy dando la bienvenida a su maravillosa familia, sin la cual estoy seguro de que no estaría aquí hoy. Así que únanse a mí para dar la bienvenida a la esposa de nuestro nuevo embajador, Carmen, y a Carlos, Isabella, Juan Pablo y Felipe. Denles una ronda de aplausos. (Aplausos.)
E Isabella acaba de demostrar que es hija de un nuevo embajador de los Estados Unidos, porque acaba de nombrar a los 45 presidentes. (Risas.) Maravilloso trabajo. Estoy muy orgulloso de ti. También quiero reconocer a todos los miembros de su familia que están aquí con nosotros hoy. Sé lo orgullosos que están.
Bajo el Presidente Donald Trump, el Hemisferio Occidental es una prioridad clave para Estados Unidos de América porque la seguridad y la prosperidad de nuestra región afectan directamente la seguridad y la prosperidad del pueblo estadounidense. Y en cuanto a nuestro nuevo Embajador, Carlos Trujillo, el Presidente ha elegido un líder de principios que sabemos representará hábilmente a Estados Unidos y nuestros intereses en la Organización de los Estados Americanos.
Carlos, usted trae a este nuevo rol una rica experiencia y un historial comprobado de servicio a esta nación. Habiendo crecido en Florida, hijo de padres cubanos, ha visto de primera mano cómo el destino de nuestros vecinos de toda la región influye en nuestra propia nación.
Su ciudad natal de Miami, conocida como la Puerta de las Américas, es en todos los sentidos un crisol de culturas y tradiciones diferentes. Refleja el rico tapiz del Hemisferio Occidental. Durante la mayor parte de una década, usted sirvió a las buenas personas de su ciudad y estado. Graduado de la escuela de leyes. Pasó cuatro años como fiscal general adjunto en la Oficina del Fiscal del Estado del Condado de Miami-Dade. A partir de ahí, fundó su propia firma de abogacía. Pero en 2010, volvió a dar un paso adelante para representar a su ciudad natal, y ha servido con distinción en la Cámara de Representantes de Florida desde entonces.
Desde la primera vez que se encontró con usted, el Presidente Trump reconoció su liderazgo y, en los últimos meses, como reflejo de ello, se ha desempeñado como asesor especial en la Misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Y ahora ha asumido un papel mucho más importante, un papel que es de vital importancia para la vida de nuestra nación, en nuestro hemisferio y en el mundo.
La Organización de Estados Americanos, que celebró el 70 aniversario de su fundación hace solo dos días, reúne a Estados Unidos y esencialmente a todas las naciones de todo el Hemisferio Occidental. En este foro, será su responsabilidad representar a nuestra nación y forjar alianzas más fuertes en la búsqueda de los intereses de Estados Unidos.
Esto es de vital importancia para nuestro gobierno. Hace dos semanas, usted y yo nos reunimos por primera vez en Lima, Perú, en la 8ª Cumbre de las Américas, donde hablé con los miembros de la Organización de los Estados Americanos sobre las prioridades de Estados Unidos para la región. Reiteraré ese mensaje, junto a usted una vez más, en la sede de la OEA este próximo lunes.
Bajo el Presidente Trump, como usted sabe, Carlos, Estados Unidos busca forjar relaciones comerciales más fuertes y más equilibradas en toda la región. Creemos que la expansión de la prosperidad más allá de nuestras fronteras beneficia a nuestro pueblo y beneficia a nuestro hemisferio.
Ya hemos avanzado mucho en los últimos meses con muchos de nuestros aliados en toda la región, y esperamos trabajar con usted para continuar avanzando en los intereses económicos de Estados Unidos.
También buscamos fortalecer nuestras colaboraciones de seguridad en el Hemisferio Occidental. Los peligros interconectados de las drogas ilegales, la migración ilegal, la trata de personas y el aumento del crimen amenazan cada vez más el bienestar de nuestro pueblo.
Por lo tanto, estamos comprometidos, y será una gran tarea suya, trabajar con nuestros aliados en toda la región para erradicar la corrupción… la corrupción que propaga la miseria y la inestabilidad y compromete los valores de este hemisferio de libertad.
Y, por último, Estados Unidos se compromete a velar por que este sea un hemisferio de libertad. Como saben, la carta de la Organización de Estados Americanos declara que: “la misión histórica de América es ofrecer… una tierra de libertad”. El Hemisferio Occidental ha realizado un gran progreso hacia este objetivo. Pero como todos sabemos, todavía tenemos mucho trabajo por hacer.
En las últimas semanas, el gobierno de Nicaragua ha reprimido brutalmente a su propio pueblo que alzó sus voces en una protesta pacífica.
En Cuba, el nombre de Castro puede estar desapareciendo, pero su legado de tiranía sigue vivo y se cierne sobre ese país como una nube, oscureciendo el futuro de todos los que llaman hogar a esa isla.
Y en Venezuela, bajo el gobierno del dictador Nicolás Maduro, una democracia que alguna vez floreció se ha desintegrado en la dictadura. Y lo que alguna vez fue la nación más próspera de América del Sur se ha convertido en una de las más pobres.
A la luz de estos muchos desafíos, el Presidente Trump ha dejado clara la política de nuestra nación. Nos mantendremos al lado de todos los que anhelan la libertad y los apoyaremos contra sus opresores. (Aplausos.)
Carlos, usted estuvo conmigo en la Cumbre de las Américas cuando el Presidente me hizo, hace unas pocas semanas, dar a conocer su visión para lograr nuestro objetivo de un hemisferio de libertad. Y sabemos que esa visión guiará su trabajo, al asumir la responsabilidad de representar a Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos.
Y el Presidente Trump y yo confiamos plenamente en que, dada su integridad y su liderazgo y sus capacidades, usted hará justo eso y promoverá los intereses de Estados Unidos y los intereses de la libertad y la prosperidad, y la seguridad de nuestro pueblo.
Con su voz en la Organización de Estados Americanos, con el liderazgo del Presidente Donald Trump, con el apoyo de las buenas personas de esta nación y las personas amantes de la libertad en todo este hemisferio, sabemos que los mejores días para el nuevo mundo todavía están venir.
Así que ahora tengo el privilegio de administrar el juramento del cargo. Si desea traer aquí a esta gran y hermosa familia; ponga la mano izquierda sobre la Biblia; y levante la mano derecha, lo haremos ahora mismo.
(Se administra el juramento.) (Aplausos.)
EL VICEPRESIDENTE: Damas y caballeros, es un honor para mí presentarles al Embajador de Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos, el Embajador Carlos Trujillo. (Aplausos.)
EMBAJADOR TRUJILLO: Gracias, Vicepresidente Pence. Es realmente un honor estar aquí hoy ante muchos de mis amigos y familiares, y especialmente con usted administrando el juramento. Realmente significa mucho para mí y mucho para mi familia. Realmente, lo apreciamos de verdad. Gracias.
Un buen amigo mío me dijo una vez que las elecciones tienen consecuencias. Y creo que no hay nada, ninguna historia que realmente me haya resonado más personalmente que esa. Y resulta que me dijo eso en el 2016.
Y si mira hacia atrás a 2016, el estado de nuestro país, fue la primera vez en la historia de Estados Unidos en que la gente temía que sus hijos lo tendrían peor que ellos. Y eso es algo en lo que realmente he pensado al criar a mi joven familia. Y observé el ciclo de elecciones presidenciales más que cualquiera de las que observé en el pasado, y vi la campaña del Presidente Trump y del ahora Vicepresidente Pence.
Y es fácil olvidar dónde estábamos en ese momento de la historia. La economía se estaba hundiendo, la gente carecía de la confianza del consumidor. Y si se mira específicamente al Hemisferio Occidental, donde estábamos, estábamos celebrando un acuerdo con Irán que la mayoría de los estadounidenses rechazaban. No estábamos apoyando al pueblo de Venezuela. Y nuestro propio Presidente estaba en Cuba estrechando manos, comiendo perritos calientes y celebrando un partido de béisbol con un dictador que torturó y encarceló a presos políticos y disidentes durante muchos años.
Y luego vinieron las elecciones, y Estados Unidos tuvo una fe renovada. Estados Unidos tenía líderes que se preocupaban. Y al ver a mis abuelos, que están presentes aquí hoy, ellos dejaron aquello. Imagínense estar al final de sus vidas, e imagínense a todas esas personas que se fueron buscando un refugio, ya fueran cubanos o venezolanos o de cualquier otra parte del mundo, y pensar realmente en que: “¿Fue toda esta lucha en vano?¿Realmente Estados Unidos va a dar la espalda a los derechos humanos?¿Realmente Estados Unidos va a dar la espalda a la democracia?”
Y justo desde el principio, este nuevo gobierno dijo: “Absolutamente no. Eso no es lo que es Estados Unidos, y eso no es lo que defenderemos.” Y vean los éxitos que hemos tenido desde entonces. Cuando me propusieron postularme para convertirme en embajador y, realmente, el honor profesional más grande que he tenido en mi vida, me preguntaron: “¿Por qué lo haría? Y, ¿por qué querría hacerlo?”
Y no se trata solo de ser embajador. Se trata de ser un embajador de este gobierno. Se trata de ser un embajador que va a defender los derechos humanos; ser un embajador que defenderá la democracia; ser un embajador que se sentará al otro lado de la mesa, ya sea en la OEA o en cualquier otro lado, y decir que el pueblo estadounidense siempre estará del lado de la justicia y la libertad. (Aplausos.)
Y puedo decirle, Vicepresidente Pence, que nunca me sentí más orgulloso que estando sentado allí en Lima, y mientras estábamos sentados en la sala, estábamos en un plenario de todos estos diferentes líderes de todo el Hemisferio Occidental. Y escuchar a personas, Evo Morales y algunas de estas personas, atacando los valores democráticos estadounidenses. Y ver que el Vicepresidente de Estados Unidos entra y realmente deja claro el mensaje: No defenderemos eso. Siempre, siempre nos mantendremos del lado de los derechos humanos. Siempre defenderemos la democracia. Siempre lucharemos por esos principios.
Me sentí muy orgulloso. No podría haberme sentido más honrado que simplemente estar sentado allí al lado del Vicepresidente de Estados Unidos, mirando al otro lado de la mesa y ver el país que se llama Cuba, conociendo la historia de mi familia, sabiendo que mis padres, mis abuelos vinieron aquí. Mis padres vinieron a la misma edad que tienen mis hijos que están aquí a mi lado. Y sabiendo que, en solo una generación -una generación de distancia- se podría pasar de venir en un avión con solo lo puesto, a trabajar sin descanso, pagar sus impuestos y honrar a su país y a Dios. Y en solo 40 o 50 años, mis abuelos son vivo el testimonio de que su hijo, su nieto, podría estar aquí de pie en este podio. Eso solo pasa en Estados Unidos. (Aplausos.)
Hay muchas personas que me han ayudado durante todo el camino y realmente quisiera agradecer a mis abuelos que están aquí hoy. Es un verdadero honor que los dos estén aquí, en vida, viendo esto. Mi abuela que está en casa y mi otra abuela que está en el cielo. Mis padres, que están aquí, muchos amigos cercanos y familiares. Y cuando se tienen estos pequeños eventos, estos eventos íntimos, realmente uno reflexiona sobre su vida. Y creo que muchas de las personas que están aquí pertenecen a diferentes capítulos de mi vida.
Algunos de mis amigos más íntimos desde que era niño. Algunos de los amigos que hice en la universidad. Algunas de las personas con las que tuve negocios y que se han convertido en muy buenos amigos. Algunas de las personas con las que tuve el honor de servir en la Cámara de Representantes de Florida. Algunas de las personas que me apoyaron, me asesoraron, me instruyeron y me animaron a lo largo de toda mi vida. Y algunos nuevos amigos que hice en el corto tiempo que llevo trabajando aquí en el Hemisferio Occidental. Todos ustedes son muy, muy especiales. Y sé que no sería la mitad de la persona, mitad esposo, mitad padre, mitad estadounidense que soy sin su apoyo. Y estoy realmente muy agradecido por eso.
Y, por último, quiero agradecer a mi esposa. Sé que cuando se presentó la oportunidad de mudarme a Washington, D.C. con cuatro niños pequeños y no tener muchas opciones de educación ni de nada, ni una sola vez me dijo: “No podemos hacerlo”. Lo que dijo fue: “Podrías servir a tu país y podrías honrar a este gobierno. Podrías honrar a un país que ha hecho tanto por mi familia, en particular, y tanto por los estadounidenses y personas de todo el mundo. ”Nunca dijo: “No”. Siempre dijo: “¿Cuándo empezamos?” Pues, Carmen – (Aplausos.) Carmen, gracias. Nada de esto habría valido la pena ni habría sido posible sin ti. Realmente te lo agradezco mucho.
Y Vicepresidente Pence, es realmente uno de los mayores honores de mi vida servir en su gobierno. Espero trabajar diligentemente con esa determinación y no vacilar nunca hasta que Venezuela, Cuba, Nicaragua y el Hemisferio Occidental sean libres y puedan disfrutar las libertades y las democracias que todos celebramos.
Gracias. (Aplausos.)
EL VICEPRESIDENTE: Gracias a todos.
FIN
4:20 P.M. EDT
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(Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés)