Palabras del Encargado de Negocios Timothy Zuniga-Brown en la celebración del 246 aniversario de la independencia de la Embajada de Estados Unidos

Embajadores y miembros del cuerpo diplomático, miembros de la prensa y de la sociedad civil independiente, señores y señoras, amigos todos, buenas noches y bienvenidos. ¡Es un verdadero honor y un placer tenerlos a todos aquí, en persona!

Esta es la primera celebración del Día de la Independencia que se lleva a cabo en nuestra Residencia en tres años. Esto hace que esta celebración de 246 años de independencia de los Estados Unidos sea mucho más especial.

Al terminar mi período con ustedes, miro hacia atrás y hacia adelante. Me gustaría compartir por qué mantengo un optimismo férreo de que el futuro de Cuba será brillante, sobre todo después de acompañarlos a través de algunos de los momentos más icónicos de la historia reciente de esta bella isla.

En estos dos años, vivimos la devastación de la pandemia, la peor crisis económica de Cuba en seis décadas, el traspaso por designación a un nuevo mandatario, y fuimos testigos, y algunos de ustedes lo sufrieron, de la respuesta del gobierno a las protestas espontáneas, pacíficas y masivas, cuando un pueblo entero dio voz a sus legítimas exigencias.

Si bien ahora nuestros corazones se rompen ante un éxodo sin precedentes, estos acontecimientos marcan indeleblemente un antes y un después. A pesar de todo, soy un optimista empedernido del futuro. Si solo se atrevieran a tener confianza en el pueblo, la juventud construirá su futuro en su tierra natal.

Confíen en el pueblo: el futuro solo tendrá estabilidad y legitimidad si las decisiones se hacen con todos los cubanos, para todos los cubanos. Verdaderamente, la clave para destapar el extraordinario potencial que existe en Cuba es del pueblo cubano y de nadie más. Hay algo errado en la creencia sin fin de que las políticas extranjeras, ya sea que impliquen ideologías u oportunidades de mercado, son indispensables para el merecido futuro de esta isla.

He sido testigo del espíritu, el ingenio, el trabajo duro y el sentido del humor que caracterizan al pueblo cubano. Confíen en el pueblo: en lugar de represión, desencadenen una ola de innovación y dejen que impulsen una economía que genere verdadera prosperidad en beneficio de todos.

Imagino un país en la cual los gobernantes escuchan a los agricultores, liberándolos para que realmente cultiven los alimentos que Cuba necesita para alimentarse.

Imagino un país donde todos los cubanos puedan expresarse libremente, puedan disfrutar plenamente de sus derechos humanos, derechos universales y puedan vislumbrar un futuro mejor para ellos y sus hijos en su propia patria.

Durante su discurso del mes pasado, en la Cumbre de las Américas, el presidente Biden describió la democracia como el ‘ingrediente esencial para el futuro de las Américas’.

Por desdicha, estamos ante la peor crisis de derechos humanos en sesenta años. Más de mil cubanos de a pie fueron arrestados por manifestarse pacíficamente y haber exigido libertad, comida, medicina y otros elementos básicos.

Otros patriotas son mucho más conocidos: José Daniel Ferrer, Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel “El Osorbo”, Felix Navarro. Reaparecieron los destierros: Anamely Ramos, Omara Ruiz Urquiola. Algunos patriotas están presentes aquí con ustedes, otros fueron impedidos por el gobierno.

Esta realidad es la razón por la cual el apoyo inquebrantable a los derechos humanos y la democracia ha sido la piedra angular de la política estadounidense durante tantos años, en todas las administraciones.

Nuestro enfoque es apoyar al pueblo cubano. Es indispensable fortalecer a la sociedad civil, a los empresarios privados que intentan construir una economía más próspera y es importante facilitar la asistencia financiera y humanitaria al pueblo cubano, las conexiones aéreas y consulares, que permitan al pueblo seguir entrelazándose cada más.

Tengan confianza en el pueblo. Sólo hace falta empezar con tenerles confianza. El pueblo es lo que me da confianza en un futuro brillante para Cuba. Gracias por su asistencia y acompañarnos en esta celebración de los 246 años de nuestra república.

Les invito a un brindis. ¡Viva Cuba y Viva Los Estados Unidos de América!