Palabras de la Encargada de Negocios Mara Tekach, en ocasión del 243 aniversario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América

27 de junio de 2019
Residencia de la Encargada de Negocios en La Habana

Bienvenidos miembros del cuerpo diplomático, miembros de la sociedad civil cubana, educadores y emprendedores,

Quiero comenzar agradeciéndole al equipo de la Embajada de los Estados Unidos – cada uno de ustedes han contribuido y aportado su toque personal a la celebración de hoy. Los funcionarios estadounidenses, nuestros Marines, y nuestros colegas cubanos de la embajada.

Ustedes han tenido éxito dando forma a un evento muy especial, y están trabajando para que nuestra bandera ondee orgullosa cada día, y por ello merecen mi más sentida gratitud. Todos los aquí presentes deben saber que lo trabajador y dedicado que es este equipo, una verdadera inspiración.

Nuestros invitados,

Estamos orgullosos de compartir con ustedes nuestra experiencia del 4 de julio – una reunión familiar, casi siempre con perros calientes y hamburguesas – que celebra la democracia y el respeto por los derechos individuales, la buena fortuna de nuestra prosperidad, la extraordinaria gratitud que los ciudadanos estadounidenses sienten por las muchas cosas excepcionales que tiene nuestro país. Sobre todo, nuestra historia: un símbolo de esperanza para el mundo.

Verán que tendremos hoy un pequeño concurso para probar sus conocimientos de la historia de los Estados Unidos, y tendrán la oportunidad de tomarse fotos con la Declaración de la Independencia – la cual fue firmada en el salón de la Independencia en Filadelfia, el 4 de julio de 1776.

Yo nací en Filadelfia. Es el hogar de la simbólica Campana de la Libertad, la cual resonó para declarar al mundo el nacimiento de una nación única en la historia de la humanidad. Una nación del pueblo, por pueblo, y para el pueblo.

Nuestra gratitud y respeto están con todos ustedes, presentes aquí hoy. Sabemos lo difícil que puede ser tomar la decisión de venir a nuestro evento en las circunstancias actuales. Cada año, el gobierno de aquí impide que muchas personas puedan asistir y eso es verdaderamente lamentable.

A lo largo de este año he viajado por Cuba y conocido a muchas personas. Durante mi vida como diplomática he vivido en varios países, y antes de eso fui voluntaria del Cuerpos de Paz en el Níger. Por ello, se me hace inmediatamente evidente que el pueblo de Cuba es amable y afectuoso, innovativo y altamente optimista.

El pueblo de Cuba tiene derecho, como cualquier pueblo, a una sociedad abierta. Y posee la habilidad y el impulso para hacer que la economía prospere y que la vida florezca.

La idea de una Cuba próspera no es solo un sueño – existen ideas claras sobre cómo hacer que suceda. Si tan solo el régimen tuviera confianza en el pueblo, el pueblo cubano implementaría su visión y lograría la Cuba soñada.

¿Qué pasaría si la represión económica, política y cultural desaparecieran?

Los principios del libre mercado han sacado a millones de personas de la pobreza. Por ejemplo, como han visto los colegas diplomáticos países postcomunistas hoy aquí presentes, sus naciones prosperan gracias a que se abrieron. Ellos han liberado el potencial del emprendimiento, han generado riquezas para su pueblo y se esfuerzan para tener acceso a los generosos beneficios económicos del mercado estadounidense.

Si existiese libertad, Cuba podría ser un país donde:

  • El gobierno tomase en consideración las preocupaciones y el mejor interés del pueblo al crear leyes y regulaciones.
  • Los trabajadores podrían conservar el fruto de su trabajo y los salarios serían dignos.
  • La tecnología sería accesible y asequible.
  • La producción sería transparente y eficiente.
  • Los líderes entenderían las normas económicas fundamentales y los principios del mercado.
  • Los consumidores cubanos se beneficiarían, en vez de solo los funcionarios del gobierno.
  • Los negocios podrían confiar en los datos económicos que reciben, y los contratos y licencias serían racionales y agiles.
  • Los inversores extranjeros podrían confiar en un clima de inversiones estable y seguro.
  • Los inversores también podrían calcular el retorno de su inversión.
  • Todas las personas, incluidos los emprendedores, podrían asociarse libremente.
  • La oferta cubriría las demandas

Los cubanos son naturalmente abiertos, con un poder creativo enorme. Esa es la razón por la cual los cuentapropistas han logrado un desempeño impresionante.

Estamos felices de que muchos de ustedes estén aquí hoy y nos emociona ver que han estado conversando y aprovechando la oportunidad de hacer contactos.

Con estos factores se podría lograr prosperidad para todos.

Pero no nos engañemos. La represión debe terminar.

Las economías mejoran cuando hay libertad y buen gobierno, no represión. Eso lo sabemos.

Mucho mas importante aun es que reprimir – por el gobierno que sea – está mal.

La comunidad internacional en Cuba hace llamados regularmente contra la represión.

Muchas personas han estado sujetas a tácticas represivas y diferentes formas de acoso.

Las detenciones arbitrarias van en ascenso.

Los registros y confiscaciones ilegales también.

La libertad de movimiento no existe en Cuba para aquellas personas que abiertamente expresan su desacuerdo.

Personas a lo largo de toda Cuba permanecen sin protecciones legales.

  • Los Estados Unidos se guían por nuestra Carta de Derechos.
  • Cuba ha firmado la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
  • Sabemos que hay mucho por hacer.

El pueblo cubano merece libertad de prensa, de expresión, de asociación y más. No abandonemos nunca ese noble propósito.

El presidente Trump ha dejado clara la solidaridad de los Estados Unidos con el pueblo de Cuba. Expresó nuestro ardiente deseo de ayudar a que los cubanos tengan una vida independiente y libre del control represivo del gobierno.

No podemos olvidar lo que nos dijo Martin Luther King: “La injusticia en cualquier lugar es una amenaza a la justicia en todas partes”.

Cuan cierto ha resultado ser esto cuando somos testigos de la represión e inaceptables condiciones que tienen ocurren en Venezuela – donde se le niega la libre determinación al pueblo venezolano, donde el hambre es un arma política y las enfermedades se incrementan.

¿Por qué motivo un gobierno se vincularía con un sistema de gobernanza que ha causado tanta miseria y privaciones?

El secretario Michael Pompeo ha explicado las razones sencillas de la política estadounidense de sanciones económicas contra el régimen cubano. Son formuladas para privar al régimen de los recursos que emplea para reprimir a su propio pueblo y promover la represión fuera de sus fronteras.

Cuanto antes los asesores y el aparato militar de Cuba abandonen Venezuela, más pronto podrá Cuba contribuir al mejoramiento de la región.

En tal situación podemos todos multilateralmente, de conjunto, impulsar la aspiración común de más democracia, prosperidad y paz.

Apoyamos el deseo de los pueblos de Cuba y Venezuela de tener gobiernos “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Gracias