Embajador Sepúlveda sobre el internet y las comunicaciones en Cuba

Enviando un SMS (AP image)

22 enero 2016 – El discurso del Embajador Sepúlveda en la Universidad de las Ciencias Informáticas de La Habana ofreció algunas ideas sobre el camino a recorrer

“Cuba y la Internet: Opciones, desafíos y oportunidades”

Me siento muy honrado de volver a Cuba, en esta ocasión con mi amigo Tom Wheeler, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos, así como con otros altos representantes del Gobierno de los Estados Unidos, del mundo académico y del sector privado.

El Presidente Obama ha adoptado medidas significativas y de consecuencias históricas al cortar las cadenas del pasado para así trazar un nuevo rumbo en las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba que trascienda en la participación y el empoderamiento del pueblo cubano.  Nunca ha sido esto más cierto que en el campo de la tecnología y de las telecomunicaciones, y nuestra comunidad técnica y su sector han reaccionado con entusiasmo. Nos acompañan en este viaje varios verdaderos líderes en tecnología y comunicaciones.

Instamos encarecidamente a los líderes de Cuba a que respondan a esta iniciativa porque beneficiará a ambos pueblos.

El motivo de nuestro viaje es potenciar el objetivo del Presidente Obama de profundizar las relaciones y las líneas de comunicación entre nuestros pueblos. Queremos ofrecerles nuestra perspectiva y experiencia a medida que ustedes trabajan para ampliar la conectividad de la Internet y de las comunicaciones. Estamos convencidos de que una mayor conectividad podría traducirse en grandes beneficios económicos y en la mejora de la prestación de servicios al pueblo de Cuba y creemos que tanto ustedes como sus líderes también lo creen.

La pregunta que me hacen más a menudo cuando estoy en mi país es si el pueblo cubano será capaz de desarrollar su economía por medio de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Yo contesto que sí. Dados el talento, creatividad y capacidad de sus jóvenes ingenieros, programadores e innovadores, no me queda duda alguna de que Cuba va en camino de convertirse en un miembro activo en la configuración de la Internet a nivel mundial. Y el resto del mundo acogerá su participación.

¿Qué hemos aprendido nosotros y otros países a raíz de nuestras actividades con la Internet durante los últimos 20 años que les pueda servir de ayuda mientras consideran sus próximas etapas?

En pocas palabras, hemos aprendido que para que cualquier país adquiera y se beneficie de las tecnologías modernas de la información y de la comunicación y para que las adquiera, hay varias medidas que los gobiernos en todo el mundo toman para atraer la inversión, administrar las redes y proporcionar servicios. Esperamos que Cuba considere estas iniciativas, entre ellas la transparencia en la contratación de servicios de telecomunicaciones; el fomento de la competencia en la industria; el más amplio suministro de servicios inalámbricos móviles y de Internet; nuevas iniciativas para conectar escuelas, centros de salud y comunidades rurales; planes para el despliegue de la banda ancha; y la apertura del sector de las telecomunicaciones a las empresas privadas para los “servicios del último tramo”.

Aunque no todos los países han adoptado cada una de esas políticas, muchos lo han hecho, incluso tomando en cuenta los distintos niveles de desarrollo económico y las distintas ideologías relativas al papel del estado en los mercados.

Estamos aquí para, con todo respeto, presentar nuestras ideas sobre cómo la adopción de tecnologías de la Internet y de telecomunicaciones así como los cambios de políticas pueden ayudar a que la economía de Cuba obtenga grandes beneficios.

También quiero mencionar que el Gobierno de Cuba ha tomado medidas positivas en este ámbito durante el último año y por ello les presentamos algunas ideas para avanzar en lo que respecta a esas iniciativas.

  1. Primero, elogiamos a Cuba por aumentar la disponibilidad de puntos de acceso públicos a la Internet. En 2015, el Gobierno de Cuba estableció unos 58 puntos de acceso públicos. Constantemente oímos que la demanda de acceso en estos puntos ha sido inmensa. En la actualidad hay más puntos de acceso públicos a la Internet que nunca antes e instamos al Gobierno de Cuba a que siga estableciendo más puntos de acceso públicos en toda la isla, ampliando su éxito actual.
  2. Reconocemos que Cuba ha rebajado el costo del acceso público a la Internet, pero sigue siendo demasiado caro. El costo del acceso a la Internet sigue siendo alto si consideramos el nivel de ingresos en Cuba, pero los precios se van reduciendo. Cuando el Gobierno de Cuba estableció 35 puntos de acceso públicos, también redujo la tarifa por hora de US $4,50 a US $2,00, algo positivo. Pero de hecho, esto significa que todavía le cuesta a un cubano corriente alrededor del 10% de su salario mensual acceder a la Internet. Sin embargo, el costo por hora para acceder al sistema intranet cerrado de Cuba solo cuesta unos 60 centavos. Reducir el costo de los puntos de acceso públicos wifi para tener mayor acceso a la Internet mundial sería un gran avance en la mejora de la tasa de acceso a la Internet de Cuba, así como en su uso.
  3. Cuba está invirtiendo en tecnología DSL y vemos una auténtica oportunidad para integrar tecnología más moderna y así avanzar su estrategia relativa a la banda ancha. En todo el mundo, vemos los beneficios de utilizar tecnología móvil de alta velocidad o de fibra y servicio por satélite así como soluciones basadas en la nube, que son piezas clave de la infraestructura de la Internet de cualquier nación. Cada vez más, para conseguirlo, las naciones hacen uso de inversiones extranjeras directas y de entidades mixtas y Cuba debería considerar cambios de política para atraer ese tipo de inversión y permitir esas clases de entidades mixtas.
  4. La demanda en Cuba de tecnología móvil inalámbrica es cada vez mayor. Las redes móviles cubanas funcionan principalmente con tecnología 2G (segunda generación) que fue introducida inicialmente en 1992. Los teléfonos inteligentes necesitan por lo menos 3G (tercera generación) para funcionar eficazmente. Cuba tiene la posibilidad de no utilizar generaciones tecnológicas antiguas y dar un salto directo a las redes 3G y quizás hasta 4G. A menudo, las naciones estimulan la inversión cuando permiten que empresas extranjeras construyan infraestructuras y desplieguen servicios que de alguna forma sean comercialmente viables.
  5. También creemos que Cuba podría y necesitará relajar los reglamentos para el uso residencial y de consumidores de Internet si la Internet ha de llegar a los lugares donde viven los cubanos.  El Gobierno de Cuba sigue regulando la venta y distribución de equipo relacionado con la Internet, y a la mayoría del pueblo de Cuba no se le permite tener conexiones residenciales sin restricciones. Los regímenes de importación de Cuba también prohíben los teléfonos que utilizan sistemas de posicionamiento mundial y exigen permiso especial para módems y antenas parabólicas.
  6. Cuba puede sacarle mayor partido a los reglamentos de los EE. UU. Los reglamentos de los EE. UU. ahora permiten una amplia gama de actividades que apoyarían el sector TIC de Cuba. Si aprovecha estos cambios, Cuba puede disfrutar de comunicaciones de vanguardia y acelerar su participación en la comunidad mundial de la Internet.
  7. Cuba ha avanzado en la actualización de su infraestructura y se beneficiaría aún más con un nuevo cable submarino desde Miami hasta La Habana. Unir a Cuba directamente con los Estados Unidos aumentaría la capacidad en Cuba y permitiría que el encaminamiento del tráfico fuera más eficaz. El vínculo internacional adicional serviría un propósito vital en cuanto a la necesidad de tener redundancia en la red y en la preparación para emergencias.
  8. Las personas necesitan libre acceso para poder cosechar todo el beneficio económico de las inmensas fuentes de información y de las herramientas en la Internet. Deberíamos tener fe en la capacidad de las personas para discernir el valor de la información por sí mismas y evitar la censura o el bloqueo de opiniones o servicios.

Está comprobado que todas o algunas de estas políticas han sido útiles en otros países y esperamos que se les dé consideración aquí también. No queremos que el pueblo cubano quede rezagado. Tenemos grandes deseos de colaborar con ustedes para que Cuba se conecte al resto del mundo.

Muchas gracias.