Discurso del Vicepresidente Pence en la Recepción de la Organización de los Estados Americanos
4 de junio de 2018
Sala de Tratados Indios
Edificio de la Oficina Ejecutiva Eisenhower
7:55 P.M. EDT
EL VICEPRESIDENTE: Bueno, gracias, Vicesecretario Sullivan. Al Secretario General Almagro, al Embajador Trujillo y a todos los excelentes representantes de las naciones amantes de la libertad de todo el Nuevo Mundo: En nombre de la Primera Familia, mi esposa y yo les decimos: bienvenidos a la Casa Blanca. (Aplausos.)
Karen y yo tenemos el honor de poder darles la bienvenida esta noche y poder pasar algún tiempo con grandes amigos — grandes amigos de la libertad y grandes amigos de los Estados Unidos de América. Es un honor acompañarlos aquí esta noche en medio de la 48ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos.
Antes de comenzar, permítanme expresar nuestras más sinceras condolencias a las personas de toda Guatemala afectadas por la erupción volcánica de ayer. Nuestros corazones están con el pueblo de Guatemala. Nuestros corazones están con todos aquellos que están sufriendo a raíz de este terrible evento que ya se ha cobrado al menos 60 vidas. Y a la Ministra de Relaciones Exteriores Jovel, por favor, sepa que, esta noche, su país y su pueblo están en nuestros corazones y en nuestras oraciones.
Y para todos ustedes, comienzo esta noche trayendo saludos de un amigo mío y un gran defensor de la libertad en todo el Hemisferio Occidental. Les traigo saludos del 45º presidente de Estados Unidos de América, el Presidente Donald Trump. (Aplausos.)
Ustedes vienen aquí a la Casa Blanca en un momento trascendental en la vida de nuestro gobierno. Este es el día número 500 desde el comienzo de este gobierno, y han sido 500 días de un progreso extraordinario. Me complace informar a todos nuestros vecinos de este hemisferio que hemos realizado inversiones históricas en nuestra seguridad nacional. Hemos aprobado una histórica desgravación fiscal, reforma tributaria y reforma regulatoria. Y, como resultado, la economía estadounidense está bullendo. 3,4 millones de nuevos empleos. Miles de millones de dólares en nuevas inversiones. El índice de desempleo más bajo en casi 50 años. Y sé que hablo en nombre de todos los estadounidenses cuando digo con confianza a nuestro vecino que cuando los Estados Unidos prospera, todo nuestro hemisferio prospera. Y estamos orgullosos del progreso que hemos logrado. (Aplausos.)
Nuestro Presidente también ha tomado medidas decisivas para renovar al mismo tiempo la prosperidad y la seguridad estadounidenses. Nos hemos mantenido firmes — nos hemos mantenido firmes para restaurar el liderazgo estadounidense en el país y en el extranjero. Y es ese liderazgo el que extiende la hospitalidad de nuestro Presidente a cada uno de ustedes esta noche.
Como lo dejé claro cuando el Presidente me hizo viajar a Sudamérica en mi primer viaje el año pasado: El Hemisferio Occidental es una prioridad clave para este gobierno. Con el Presidente Donald Trump, como hemos dicho una y otra vez, siempre pondremos primero la seguridad y la prosperidad de los Estados Unidos. Pero los Estados Unidos primero no significa los Estados Unidos solo.
Estados Unidos se enorgullece — enorgullece de apoyar a las naciones libres de todo este hemisferio en la consecución de nuestros objetivos compartidos. Es por eso que hace siete décadas nos unimos a muchos de ustedes en la fundación de la Organización de Estados Americanos. Y únanse a mí para felicitar a la OEA por los 70 años de apoyo a la libertad en el Nuevo Mundo. (Aplausos.)
Al reunirnos esta noche en medio de esta importante reunión de la Asamblea General, es digno de mención que reflexionemos sobre por qué se formó la OEA. Hace setenta años, como dice su carta, “la misión histórica de América es ofrecer una tierra de libertad”. Y ahora tenemos esa oportunidad, comenzando nuestra octava década, de volver a dedicarnos a ese principio. Desde el comienzo de la OEA, dejamos en claro que, aquí en el Nuevo Mundo, aspiramos a ser un hemisferio de libertad.
Con los años, la libertad ha logrado grandes avances en nuestra región, iluminando un camino mejor y una vida mejor para millones de personas. Pero mientras estamos reunidos aquí, lamentablemente, la oscura nube de la tiranía aún pesa sobre algunos de nuestros vecinos, y proyecta una sombra en todo nuestro hemisferio en su conjunto.
En Cuba, el nombre de Castro ha comenzado a desvanecerse, pero bajo un sucesor elegido a mano, su legado perdura y el estado policial opresivo que estableció está siempre presente. Con el presidente Donald Trump, los Estados Unidos siempre apoyará Que Viva Cuba Libre. (Aplausos.)
En Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega, como todos sabemos, está cometiendo y justificando una terrible violencia en contra de su gente en los últimos días, incluyendo ataques a una protesta pacífica durante la celebración del Día de la Madre en ese país que dejó cientos de heridos y casi una docena de personas inocentes muertas.
El sábado de esta semana, ese caos cobró la vida de un ciudadano estadounidense. Y nuestro más sentido pésame a su familia, y a todos aquellos quienes han perdido un ser querido en esta violencia y crisis sin sentido. Los Estados Unidos y nuestros aliados deben hablar al unísono y decirle al gobierno de Ortega: La violencia debe terminar, y la violencia debe terminar ahora. (Aplausos.)
Los Estados Unidos apela al gobierno de Ortega para que ponga fin a los ataques a manifestantes pacíficos y defienda los derechos básicos de sus ciudadanos, y que Nicaragua regrese hacia una democracia.
Y finalmente, está la difícil situación de Venezuela que nos reúne aquí esta noche. El régimen de Nicolás Maduro ha convertido a una nación libre y próspera en una de las más pobres y despóticas de nuestro hemisferio. La otrora gran economía y gobierno venezolano ahora no es más que un estado fallido.
La elección realizada hace dos semanas fue una vergüenza. El régimen prohibió los principales partidos y excluyó a los líderes de la oposición de postularse para un cargo. El mismo día de las elecciones, los esbirros de Maduro llevaron a cabo intimidaciones generalizadas y acciones ilegales, manipulando el voto para silenciar las voces del pueblo y asegurar la victoria de la ideología socialista fallida del régimen.
Los Estados Unidos ha llamado a esta elección por su nombre: una farsa; una vergüenza para la democracia y una desgracia para la tradición de libertad que celebramos en todo el Nuevo Mundo.
Permítanme asegurarles que los Estados Unidos continuará apoyando al pueblo venezolano y hará frente a sus opresores. El pueblo venezolano se merece mucho más de que lo que el régimen de Nicolás Maduro les ofrece. Merecen la libertad. (Aplausos.)
Por nuestra parte, el Presidente Trump ya ha tomado medidas decisivas para que el régimen de Maduro rinda cuentas, [con] sanciones sin precedentes y, más recientemente, una orden ejecutiva que presenta [evita] que el régimen se beneficie de la implosión económica de Venezuela.
Gracias al liderazgo del Presidente, Venezuela liberó recientemente a un rehén estadounidense que había estado cautivo en realidad durante casi dos años. Y nos complació poder dar la bienvenida a Joshua Holt a su casa e incluso aquí a la Casa Blanca.
Pero independientemente de su liberación, la posición de los Estados Unidos se mantiene firme. Las sanciones continuarán hasta que Venezuela sea libre una vez más. Maduro debe realizar elecciones libres y justas, liberar a todos los presos políticos de manera inmediata e incondicional, poner fin a la privación económica represiva que está provocando hambre y costando la vida a venezolanos inocentes, y está obligando a millones a abandonar sus hogares y abandonar su país.
La crisis ya se ha convertido el mayor éxodo masivo transfronterizo en la historia de nuestro hemisferio. Más de 5.000 personas abandonan Venezuela cada día. Y como demostraron los medios de comunicación esta mañana, 48.000 maestros han abandonado sus puestos, según las estimaciones, y probablemente también hayan huido. Los servicios más básicos del país se están desmoronando, lo que se suma a una crisis avivada no solo por la represión sino por sus consecuencias de poca comida, poca atención médica y poca esperanza para el pueblo venezolano.
Permítanme decir desde lo más profundo de mi corazón, en nombre del Presidente Trump y de todo nuestro gobierno, lo agradecidos que estamos con todas las naciones que están reunidas aquí esta noche, la forma en que nos han apoyado, la forma en que se han tomado medidas individuales en un país tras otro para apoyar al pueblo venezolano y presionar al régimen de Maduro. Pero permítanme también decir con gran respeto: Ha llegado el momento de que las naciones amantes de la libertad en todo este hemisferio hagan más.
Hoy, todas nuestras naciones acordaron abordar el tema del colapso de Venezuela durante esta Asamblea General. Y mañana, tendremos la oportunidad de dar un paso importante para hacer que el gobierno venezolano rinda cuentas. Si la OEA da este paso, creemos que ello lo dirá todo; hablará sobre la fuerza del compromiso de la organización con la libertad aquí en el Nuevo Mundo.
Así que esta noche, quiero decirles a todos los amigos y aliados reunidos aquí que: Ha llegado el momento de que todos nosotros estemos a la altura de la Carta Democrática Interamericana, que declara que “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia”.
Venezuela ha repudiado esta promesa. Mañana, la Asamblea General tendrá la oportunidad de comenzar el proceso de suspender a Venezuela de la membresía y la participación en la OEA. Y esta noche, en nombre del Presidente Trump, pido a la comunidad de naciones libres, de todo este Nuevo Mundo, que expulsen a la dictadura de Maduro de la Organización de Estados Americanos. La OEA debe representar la libertad. (Aplausos.) Y ahora es el momento.
Todas nuestras naciones tienen la oportunidad de demostrar un nuevo liderazgo en esta nueva era. La mayoría de esta región — la abrumadora mayoría de esta región — está unida. Al unirse a nosotros mañana, demostrarán su compromiso de forjar vínculos más fuertes con los Estados Unidos y también promoverán políticas que mejorarán las vidas de las personas que sufren en toda Venezuela y todas las naciones que están padeciendo en medio de su colapso.
Estén seguros de esto: Estados Unidos se ha comprometido a ampliar nuestra cooperación con sus naciones en cuestiones que van desde nuestras inversiones financieras, crecimiento económico, energía, infraestructura, seguridad y prosperidad. Estamos comprometidos a construir los lazos que unen a las naciones del Nuevo Mundo.
Esta noche, es un placer para mí poder anunciarles que, por instrucciones del Presidente, a fines de este mes regresaré a Sudamérica en mi tercera visita a la región en menos de un año. Viajaré a Brasil y Ecuador. De hecho, hoy hablé con el Presidente Moreno de Ecuador y acepté su amable invitación para viajar a finales de este mes.
En mi viaje, destacaremos oportunidades — oportunidades para tener unas relaciones más fuertes en seguridad y economía. Y aprovecharemos la oportunidad para llamar la atención sobre la caída en la tiranía y la crisis humanitaria que ha desbordado a Venezuela.
Por lo que mi mensaje para todos ustedes en esta reunión de esta noche es, antes que nada, una bienvenida y un agradecimiento. Gracias por su amistad y su colaboración en nombre de la libertad con los Estados Unidos de América.
Esta noche es una pequeña muestra de nuestro agradecimiento por la postura que tantos han tomado para representar la libertad y la libertad en todo este Nuevo Mundo. Y les haré una promesa: Apóyennos y sepan que nosotros los apoyaremos a ustedes. Trabajen con nosotros, y trabajaremos con ustedes.
Y sepan que, con el Presidente Donald Trump, los Estados Unidos continuará siendo un socio firme y un amigo de todas las naciones que aman la libertad en este Nuevo Mundo. Y realmente creo que, mientras nos mantengamos unidos por la libertad, con su valiente liderazgo, con el Presidente Donald Trump en la Casa Blanca y con la ayuda de Dios, lograremos, en nuestro tiempo, ese sueño de ser un hemisferio de libertad.
Gracias. Dios bendiga a todas las naciones aquí representadas. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América. (Aplausos.)
FIN 2:15 8:09 P.M. HORA DE VERANO DEL ESTE
###