Declaraciones durante una reunión sobre Cuba en la Asamblea General de la ONU

Declaraciones durante una reunión sobre Cuba en la Asamblea General de la ONU

Embajadora Nikki Haley
Representante permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas
Misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas
Ciudad de Nueva York
1 de noviembre de 2018
LITERAL

Declaraciones previas a la votación sobre Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas

Muchas gracias, señora Presidenta. Gracias, miembros de la Asamblea General.

Esta es la 27ª ocasión en la que la Asamblea General realiza esta votación. Cada año, salvo en una oportunidad, Estados Unidos ha votado contra esta resolución. En la forma en que esta resolución se formula actualmente, Estados Unidos va a oponerse hoy una vez más.

Cuba y sus aliados hacen lo mismo cada año. Proponen una resolución culpando a Estados Unidos por la pobreza, la represión y la falta de libertad en Cuba. Acusan falsamente a Estados Unidos por todo tipo de males, incluso genocidio.

Sin embargo, esta resolución no cambia nada. No ayuda ni a una sola familia cubana. No alimenta ni a un solo niño cubano. No libera ni a un solo preso político cubano.

Quienes apoyan esta resolución cada año están equivocados. El motivo que tenemos para el embargo es, y ha sido siempre, la negación por parte de Cuba de la libertad y de los derechos humanos más básicos al pueblo cubano. Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo cubano hasta que se restablezcan sus derechos y libertades. Punto final. No vamos a retractarnos.

El año pasado, nos acompañó apenas una nación en el voto contra esta resolución. Y no hay problema con eso. Estuvimos muy bien acompañados. No nos preocupa estar solos en defensa de las cosas en las que creemos, y con orgullo lo haremos nuevamente hoy de ser necesario.

Pero el hecho más lamentable de esta resolución cada año no es que Estados Unidos sea el único en oponerse.

Lo más lamentable de esta resolución es que es una pérdida de tiempo para todos. Es una oportunidad más en la que los países creen que pueden molestar a Estados Unidos. Pero no están lastimando a Estados Unidos al hacerlo. Literalmente están lastimando al pueblo cubano, al decirle al régimen que es aceptable el modo en el que trata a su pueblo.

Durante 27 años hemos tenido este debate y nada ha cambiado en Cuba, al menos no para mejor.

Quienes apoyan la resolución afirman que un cambio de la política estadounidense contribuiría a transformar la vida del pueblo cubano. Sin embargo, el Gobierno de Cuba no está de acuerdo. Respondió a la moderación de nuestra política sobre Cuba durante la presidencia de Obama con más represión política de su pueblo, en vez de menos.

El lamentable estado de la libertad y los derechos humanos en Cuba no es algo que no sepa nadie en esta sala, incluso cuando los países votan ciegamente a favor de la resolución cada año.

La prueba está en las declaraciones de los países durante esta deliberación anual. A muchos de nosotros nos preocupa seriamente la falta de libertad de expresión y reunión que hay en Cuba. Los arrestos y detenciones arbitrarios. La situación de las mujeres y del trabajo.

Hemos escuchado atentamente las declaraciones de los demás países en este debate. Hemos analizado sus comentarios del año pasado. Hemos tomado en serio sus mensajes.

Leímos la declaración emitida el año pasado por la Unión Europea y coincidimos plenamente. La UE instó a Cuba a “conceder plenamente a sus ciudadanos los derechos civiles, políticos y económicos reconocidos internacionalmente, incluida la liberta de reunión, la libertad de expresión y el libre acceso a la información”.

Ayer, numerosos países, hablando en nombre propio y de grupos regionales, manifestaron preocupación por el cumplimiento por parte de Cuba de los objetivos de prosperidad, derechos humanos y dignidad humana establecidos en la Agenda sobre Desarrollo Sostenible 2030.

El año pasado, el representante permanente de Gabón, en nombre del Grupo de África, expresó la misma preocupación.

El embajador de Singapur, expresándose en nombre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, también manifestó el deseo de terminar con la pobreza y promover los derechos humanos y la igualdad de género en Cuba, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El representante permanente de San Vicente y las Granadinas, en nombre de la Comunidad del Caribe, reiteró este apoyo. Lo mismo hizo el embajador de Costa de Marfil, en nombre de la Organización de Cooperación Islámica. Y el embajador venezolano habló en nombre del Movimiento de Países No Alineados.

En su capacidad nacional, los representantes permanentes de India, Sudáfrica, México, Indonesia, Chad y San Cristóbal y Nieves instaron todos a que Cuba logre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Y hemos estudiado las manifestaciones de apoyo de los Estados Miembros por la libertad y los derechos humanos en otros países donde, como en Cuba, estos se niegan.

Por ejemplo, hay similitudes llamativas entre el padecimiento del pueblo cubano en la dictadura de Castro y sus sucesores, y el padecimiento del pueblo iraní bajo la dictadura de los mulás en Teherán.

Al igual que el régimen de Castro, el régimen iraní reprime con violencia el disenso, encarcela y mata a opositores políticos, y comete abusos contra mujeres y minorías religiosas y étnicas.

Al igual que la dictadura de Castro, el gobierno de Teherán ha manipulado su economía a favor del régimen y sus adeptos. Y ambos gobiernos usan estos fondos robados para financiar sus agresiones en el extranjero.

Cada año, la Asamblea General adopta una resolución que condena las violaciones de derechos humanos por el régimen iraní.

El año pasado, la resolución se adoptó con el apoyo de 81 Estados Miembros.

En total, 81 países tomaron la decisión de usar el tiempo y el prestigio de este órgano para hacer lo que las Naciones Unidas saben hacer mejor, aquello para lo que fue creada.

Estos 81 países ponen el peso de la comunidad internacional detrás de los principios de paz, seguridad y derechos humanos en Irán.

No sólo adhirieron formalmente a estos principios. Los pusieron en una resolución y los sometieron a voto. Y ganaron. Pero, por sobre todo, ganó la causa de los derechos humanos en Irán.

Ya pasó hace tiempo el momento en que la Asamblea General debería haber hecho lo mismo con respecto a Cuba, por los mismos motivos. ¿Cómo es posible ser tan firmes con respecto a Irán y no con respecto a Cuba?

Los países a los que les preocupa la detención de opositores políticos y periodistas, la falta de acceso a internet y la autoridad absoluta del gobierno para restringir los viajes tanto dentro de Cuba como fuera de esta, deberían tener la posibilidad de votar para dejar constancia de lo que hagan ellos y este órgano.

Las Naciones Unidas no tienen la capacidad ni la autoridad para terminar con el embargo estadounidense de Cuba. Pero las Naciones Unidas tienen la posibilidad única de enviar un mensaje moral a la dictadura cubana. Deberíamos usar nuestro megáfono para hacer algo que tenga el potencial de mejorar efectivamente las vidas del pueblo cubano.

Estados Unidos ha propuesto una serie de modificaciones a esta resolución. Estas reformas han sido tomadas directamente de ustedes. Son las expresiones, por parte de los Estados Miembros, de su esperanza por los derechos humanos en Cuba. Su contenido ha sido suministrado por ustedes. Sus palabras son las suyas.

Este año, se les pedirá que voten no sólo sobre el embargo estadounidense. Se les pedirá que voten sobre los presos políticos en Cuba. Se les pedirá que voten sobre la falta de libertad de expresión en Cuba. Se les pedirá que voten sobre la opresión de los trabajadores en Cuba.

Este año, tendrán la oportunidad de hacer algo que envíe el mensaje inconfundible al pueblo de Cuba de que el mundo no ignora su sufrimiento.

Durante décadas, la Asamblea General de las Naciones Unidas no ha demostrado liderazgo en la promoción de una mejor vida para el pueblo cubano. Hoy, tiene la oportunidad de mostrar liderazgo.

Insto a esta asamblea a votar para reafirmar los derechos humanos y las libertades del pueblo cubano que ustedes extienden a tantos otros países. Insto a los Estados Miembros a votar “sí” en cada modificación propuesta por Estados Unidos.

Voten hoy para demostrar al mundo que la Asamblea General de las Naciones Unidas está a favor de los derechos humanos y la dignidad.

Al pueblo de Cuba, le digo una vez más que Estados Unidos seguirá apoyándolos, con independencia de lo que hagan otros. Nos mantendremos a su lado hasta que llegue el día en que estemos juntos como pueblo libre en nuestra vecindario común.

Muchas gracias.

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Declaraciones previas a la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la aplicación del requisito de la mayoría de dos tercios

Muchas gracias, señora Presidenta. Se requiere una mayoría simple para la adopción de las modificaciones propuestas por Estados Unidos. La resolución sobre Cuba y nuestras modificaciones no cumplen el estándar exigido para una mayoría de dos tercios.

Tratan exclusivamente sobre cuestiones económicas, sociales y de derechos humanos. Quisiera que los miembros tengan presente una decisión tomada por esta Asamblea el 22 de junio de este año, en la cual decidió que una resolución sobre Moldavia estaría sujeta a mayoría simple de los presentes con derecho a voto.

Si esa resolución sobre las fuerzas militares de Rusia en Moldavia estuvo sujeta a mayoría simple, entonces sin duda esta, con respecto a las modificaciones sobre cuestiones económicas, sociales y de derechos humanos, también está sujeta a mayoría simple.

Insto a todos los Estados Miembros a votar contra la decisión de que se requiere una mayoría de dos tercios.

Muchas gracias.

Declaraciones con posterioridad a la votación sobre Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas

Muchas gracias, señora Presidenta. Siempre me deja perpleja el momento en que escucho aplausos en esta sala en momentos como este, pues hoy no hay aquí ganadores. Solamente hay perdedores.

Las Naciones Unidas han perdido. Han rechazado la oportunidad de hablar en nombre de los derechos humanos. La Carta de la ONU compromete a todos los países aquí presentes con la promoción de la paz, la seguridad y los derechos humanos. Y esa Carta hoy fue traicionada.

Una vez más, se nos recordó por qué tantas personas creen que la fe en las Naciones Unidas suele ser infundada. Los países que profesan creer en los derechos humanos también han perdido. Han conseguido que se dude justificadamente de que actuarán para defender sus creencias.

Y, por sobre todo, ha perdido el pueblo cubano. Una vez más, han quedado a merced de los antojos nefastos de la dictadura castrista. Han sido abandonados por las Naciones Unidas y por la mayoría de los gobiernos del mundo.

Pero el pueblo cubano hoy no está solo. Estados Unidos de América los apoya. El pueblo de Cuba es nuestro vecino y amigo, y son también hijos de Dios. El pueblo estadounidense los acompañará hasta que se restablezcan los derechos que Dios nos ha dado a todos. Derechos que ningún gobierno podrá negar a su pueblo en forma legítima.

Aunque los votos de hoy no fueron algo admirable, si fueron esclarecedores. Y esa revelación contribuye a la causa de la verdad, que es la base fundamental de la libertad y los derechos humanos.

Muchas gracias.

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Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.