La Casa Blanca
Oficina de la Secretaria de Prensa
18 de febrero de 2019
Declaraciones del presidente Trump ante la comunidad venezolano-estadounidense
Florida International University, Centro de Convenciones Ocean Bank
Miami, Florida
4:47 p.m. hora del Este
SRA. TRUMP: Muchas gracias. (Aplausos). Es muy grato estar aquí hoy en la bellísima ciudad de Miami. (Aplausos). Para el Presidente y para mí es un gran honor estar con todos ustedes apoyando al pueblo —al extraordinario pueblo— de Venezuela. (Aplausos).
Me enorgullece estar en compañía de ustedes, en Estados Unidos de América, como Primera Dama. (Aplausos). Muchos de los presentes en la sala saben qué se siente al ser bendecidos con la libertad, tras vivir la opresión del socialismo y el comunismo. (Aplausos). En Venezuela, la población está a poco de recuperar su propia libertad.
En el día de hoy, debemos permitir que el pueblo venezolano nos escuche con una voz homogénea. Hay esperanzas, somos libres y rezamos juntos con determinación y orgullo para que, pronto, el pueblo de Venezuela también sea libre. (Aplausos).
Mi esposo está hoy aquí porque le preocupa profundamente el sufrimiento que existe actualmente en Venezuela. Esta tarde, tiene un importante mensaje para transmitir.
Damas y caballeros, es muy grato presentarles a mi esposo y presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump. (Aplausos).
EL PRESIDENTE: Muchas gracias, Melania. Estados Unidos está realmente bendecido de tener una extraordinaria… ¿verdad? Una extraordinaria Primera Dama. (Aplausos). Es extraordinaria. Sí que lo es. Se interesa por las personas.
Hola, Miami. Es una gran emoción estar de nuevo en el estado que amo, con tantos patriotas orgullosos que veneran la libertad. Estamos aquí para proclamar un nuevo mañana para América Latina. (Aplausos). Se está aproximando.
En Venezuela y en todo el Hemisferio Occidental, el socialismo está muriendo y la libertad, la prosperidad y la democracia están renaciendo. (Aplausos).
Hoy nuestros corazones se llenan de esperanza con la determinación de millones de venezolanos de a pie, el patriotismo de la Asamblea Nacional y la increíble valentía del presidente interino Juan Guaidó. (Aplausos).
El pueblo de Venezuela reclama libertad y democracia, y Estados Unidos de América le da su apoyo. (Aplausos).
Permítanme empezar agradeciendo a los extraordinarios líderes que están aquí hoy, que han sido unos notables defensores de la causa de la libertad. Y estas personas los aman, y aman a Venezuela y aman a Cuba. Y aman todos los lugares por los que hemos estado luchando. (Aplausos).
El gobernador Ron DeSantis ha sido elegido recientemente y ya está haciendo un excelente trabajo. (Aplausos).
Un hombre a quien consulto, sobre todo cuando hablamos sobre Cuba, Venezuela, Nicaragua… sabe muchísimo y es amigo mío: el senador Marco Rubio. (Aplausos).
Es un excelente gobernador, y le ha facilitado a Ron un inicio auspicioso. Hizo un excelente trabajo en Florida. El exgobernador, y ahora senador, Rick Scott. (Aplausos).
Alguien a quien he llegado a conocer muy bien, sobre todo en razón de que mi corazón está puesto en Venezuela — (aplauso) — Representante Mario Diaz-Balart. (Aplausos).
Embajador Carlos Trujillo. (Aplausos). Vicegobernadora Jeanette Núñez. (Aplausos). Su nueva y extraordinaria procuradora general, Ashley Moody. (Aplausos). Y a muchos otros funcionarios públicos dedicados que están en esta sala en este momento, les agradecemos enormemente por acompañarnos. Muchas gracias. (Aplausos).
Gracias también al secretario de Comercio. Wilbur Ross está con nosotros, y también el embajador Lighthizer. El embajador Lighthizer acaba de volver de un lugar llamado China. Y caramba, estamos logrando importantes avances. Nadie creyó que esto fuera a suceder. (Aplausos). Estamos avanzando muchísimo. (Aplausos).
Mientras tanto, muchos miles de millones de dólares están llegando al Tesoro. Es muy sencillo. Funciona. Nunca antes había ocurrido. No conocemos la sensación en este país, pero sabemos cómo es. (Aplausos).
También queremos transmitir nuestra profundo aprecio al presidente de Florida International University, Dr. Mark Rosenberg (aplausos), por organizar este importante evento.
Por último, quisiera agradecer a cada uno de ustedes, este extraordinario público, que ha tomado una postura por la dignidad humana. Y eso se aplica seguramente a todos ustedes. (Aplausos).
Y quisiera agradecer particularmente a la comunidad de exiliados venezolanos que han hecho tanto por ayudar al presidente Guaidó a organizar ayuda para sus compatriotas y hacer muchas cosas en su país. Muchas gracias por estar aquí. Muchas gracias. Estamos con ustedes. (Aplausos).
Estamos profundamente agradecidos con todos los disientes, exiliados, presos políticos y todas las personas que han presenciado los horrores del socialismo y el comunismo, y que han hablado valientemente contra ellos. Muchísimas gracias. (Aplausos).
Lo cierto es que ustedes han visto los crímenes y han visto la corrupción. Han visto el hambre y el padecimiento. Han escuchado los pedidos angustiantes de ayuda. Ustedes han protestado, y lo han hecho con respeto y en voz alta. Y ustedes han rezado por el día en que todos los pueblos de la región puedan finalmente ser libres, y ese día está próximo. (Aplausos).
PÚBLICO: ¡EE. UU.! ¡EE. UU.! ¡EE. UU.!
EL PRESIDENTE: Mientras nos reunimos hoy, el pueblo de Venezuela están en las puertas de un acontecimiento histórico, preparado para recuperar su país y su futuro.
Hace no mucho, Venezuela era la nación más rica de América del Sur, por amplia diferencia. Pero años de gobierno socialista han llevado a esta nación, que supo ser próspera, al borde de la ruina. Y allí es donde está hoy.
La tiranía del gobierno socialista nacionalizó industrias privadas y se apropió de empresas privadas. Realizaron confiscaciones masivas de patrimonio, cerraron mercados libres, reprimieron la libertad de expresión y establecieron una maquinaria propagandística implacable, recurrieron a la manipulación de elecciones, usaron al gobierno para perseguir a opositores políticos y destruyeron la supremacía y la imparcialidad de la ley.
Es decir, los socialistas han hecho en Venezuela todas las mismas cosas que hicieron los socialistas, comunistas y totalitarios en todos lados donde tuvieron la oportunidad de gobernar. Los resultados han sido catastróficos.
Casi el 90 % de los venezolanos ahora viven en la pobreza. En 2018, la hiperinflación en Venezuela superó el un millón por ciento. Hay escasez extrema de comida y medicamentos en todo el país. El socialismo ha devastado en tal medida a este extraordinario país que incluso las reservas de petróleo más importantes del mundo ya no son suficientes para mantener encendidas las luces. Eso nunca nos ocurrirá a nosotros. (Aplausos).
PÚBLICO: ¡EE. UU.! ¡EE. UU.! ¡EE. UU.!
EL PRESIDENTE: Muchas gracias.
Ya hay más de tres millones de venezolanos que han huido de la feroz represión de Maduro… tremendamente feroz.
Hoy nos honra la compañía de Amintha Pérez, madre de Oscar Pérez, un valiente policía venezolano. (Aplausos). Ya conocen la historia.
En junio de 2017, Oscar sobrevoló la ciudad de Baruta en helicóptero con una pancarta que decía “350 Libertad”, en referencia al artículo 350 de la constitución venezolana, que indica: “El pueblo de Venezuela… desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”.
Oscar afirmó que quería darle esperanzas al pueblo. Él amaba al pueblo. Él luchó por el pueblo. Y el pueblo amaba a Oscar. Pero Oscar fue abatido y asesinado despiadadamente por las fuerzas de seguridad de Venezuela. Ustedes conocen bien la historia.
Amintha, nuestros corazones sufren por su pérdida. Oscar dio su vida por la libertad de su pueblo. Hoy todos tenemos esperanzas, gracias al extraordinario pueblo venezolano y a patriotas como Oscar. (Aplausos). Gracias, Amintha. (Aplausos).
Y pensé: “¿Qué pasaría si digo algo en español?”. A ella le gusta el español. Habla un poco mejor el español. Por favor. Adelante.
PÚBLICO: (Inaudible).
SRA. PÉREZ: (habla español). (Sin traducción).
(Aplausos).
EL PRESIDENTE: No sé qué es lo que dijo, pero creo saber qué dijo. Y es una mujer extraordinaria. Y Oscar fue un hombre excepcional que no ha muerto en vano. (Aplausos).
Hace algunas semanas, el 23 de enero, la Asamblea Nacional de Venezuela invocó la constitución venezolana para declarar al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, líder legítimo del país. En uno de sus primeros actos, el presidente Guaidó invocó el mismo artículo constitucional que Oscar flameó en el cielo para anunciar al mundo que Maduro era ilegítimo.
En 30 minutos, Estados Unidos se enorgulleció de ser la primera nación del mundo en reconocer al Presidente Guaidó. (Aplausos).
PÚBLICO: ¡EE. UU.! ¡EE. UU.! ¡EE. UU.!
EL PRESIDENTE: Por cierto, John Bolton está aquí. ¿Dónde está John? (Aplausos). Trabajando arduamente.
Hoy, más de 50 países del mundo reconocen al gobierno legítimo de Venezuela. Y el pueblo venezolano ha hablado y el mundo ha escuchado su bella voz. Están dando vuelta al capítulo del socialismo, dejando atrás la dictadura, y ya no hay retorno. (Aplausos).
Las naciones que veneran la paz están listas para ayudar a Venezuela a recuperar su democracia, su dignidad y su destino. Todas las naciones de nuestro hemisferio comparten el interés por impedir que se propague la tiranía socialista. El socialismo, por su propia naturaleza, no respeta fronteras. No reconoce fronteras ni los derechos de sus ciudadanos o vecinos. Continuamente busca expandirse, invadir y someter a otros a su voluntad.
El ocaso del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio (aplausos) y, honestamente, a muchos lugares del mundo. Los días del socialismo y el comunismo están contados, no solo en Venezuela, sino también en Nicaragua y Cuba. (Aplausos).
¿Amamos a Cuba? (Aplausos). ¿Amamos a Nicaragua? (Aplausos). Países extraordinarios. Un potencial enorme. Recuerden esa palabra. Un potencial increíble.
Mientras tanto, todos debemos trabajar juntos para poner fin al desastre humanitario. Mientras hablamos, camiones cargados con toneladas de insumos humanitarios, que se necesitan en forma acuciante, están frenados en las fronteras de Venezuela y esperando para ayudar a los millones de necesitados.
Hace dos días, el U.S. Air Force C-17 —un avión gigantesco y hermoso— aterrizó en Colombia cargado con asistencia crucial, incluidos miles de kits de nutrición para niños pequeños venezolanos. (Aplausos). Lamentablemente, el dictador Maduro ha bloqueado esta asistencia vital e impedido que ingrese en el país. Prefiere ver a su pueblo morir de hambre antes que darle asistencia y ayudarlo.
Millones de venezolanos están muriendo de hambre y sufriendo mientras unos pocos dirigentes del régimen de Maduro dilapidan la nación y la arrastran a la pobreza y la mortandad. Sabemos quiénes son, y sabemos dónde mantienen los miles de millones de dólares que han robado.
Sorprendentemente, hay miembros de las fuerzas militares venezolanas que todavía apoyan esta dictadura fallida. Están arriesgando su futuro, están arriesgando sus vidas y el futuro de Venezuela, por un hombre controlado por las fuerzas militares cubanas y protegido por un ejército privado de soldados cubanos. (Aplausos). Maduro no es un patriota venezolano; es una marioneta cubana. Eso es lo que es. (Aplausos).
Y recuerden que cientos de millones de dólares se usaron para pagar a Cuba… pero esto ya no sucederá, ya no tendrán ese tipo de riqueza como para hacer eso. Las cosas están cambiando, y lo están haciendo rápidamente. (Aplausos).
Y hoy tengo un mensaje para cada funcionario que está ayudando a mantener a Maduro donde está:
Los ojos del mundo entero están puestos en ustedes hoy, cada día, y cada día en el futuro. No pueden evadir la elección que ahora tienen por delante. Pueden elegir aceptar la generosa oferta de amnistía del presidente Guaidó, para vivir en paz con sus familias y conciudadanos. El presidente Guaidó no pretende tomar represalias contra ustedes, ni tampoco nosotros. Pero no deben acatar las órdenes de Maduro de bloquear la ayuda humanitaria, y no deben amenazar con la posibilidad de violencia a manifestantes pacíficos (aplausos), líderes de oposición, miembros de la Asamblea Nacional o el presidente Guaidó y su familia.
Nos interesa una transición de poder pacífica, pero se siguen considerando todas las opciones. (Aplausos). Queremos restablecer la democracia venezolana, y creemos que las fuerzas militares venezolanas y sus líderes deben desempeñar un rol fundamental en este proceso. Si eligen esta senda, tendrán la oportunidad de contribuir a forjar un futuro seguro y próspero para todas las personas de Venezuela.
O pueden optar por la segunda vía: seguir apoyando a Maduro.
PÚBLICO: (Abucheos).
EL PRESIDENTE: Si eligen esta vía, no encontrarán ningún refugio seguro, ninguna salida segura, ninguna escapatoria. Perderán todo. (Aplausos).
Hoy, pido a cada miembro del régimen de Maduro lo siguiente: terminen con esta pesadilla de pobreza, hambre y muerte que sufre su pueblo. Dejen libres a sus conciudadanos. Liberen a su país. Ha llegado el momento de que todos los patriotas venezolanos actúen juntos como un pueblo, unido. (Aplausos). No hay nada mejor para el futuro de Venezuela. Y nada podría ser mejor para el futuro de otra nación cautiva —Cuba— que el renacer de la libertad y la democracia en Venezuela. (Aplausos).
PÚBLICO: ¡EE.UU.! ¡EE.UU.! ¡EE.UU.!
EL PRESIDENTE: Durante décadas, las dictaduras socialistas de Cuba y Venezuela se han dado apoyo recíproco, haciéndose concesiones sumamente corruptas. Venezuela le dio petróleo a Cuba. A cambio, Cuba dio a Venezuela un estado policial manejado directamente desde La Habana. (Aplausos).
Pero este es un día muy diferente, y esos días han concluido. (Aplausos). La nefasta alianza entre las dos dictaduras se está acercando rápidamente a su fin. Se avecina un nuevo futuro. Todos nosotros en este ámbito, y miles y miles de personas afuera (como lo han visto), nos unimos porque sabemos la verdad sobre el socialismo en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua y en el resto del mundo. (Aplausos).
El socialismo promete prosperidad, pero devuelve pobreza.
El socialismo promete unidad, pero lo que da es odio y fractura. El socialismo promete un futuro mejor, pero siempre escribe los capítulos más sombríos del pasado. Es invariable. Siempre es así.
Es socialismo es una ideología triste y desacreditada, que se arraiga en la ignorancia más absoluta de la historia y la naturaleza humana, y es por eso que el socialismo, en última instancia, siempre lleva indefectiblemente a la tiranía. (Aplausos). Los socialistas hablan del amor por la diversidad, pero siempre insisten en la conformidad absoluta.
Sabemos que el socialismo no tiene nada que ver con la justicia, ni con la igualdad, ni tampoco con sacar a la gente de la pobreza. El socialismo tiene que ver con una única cosa: dar poder a la clase dirigente. (Aplausos). Y cuanto más poder tienen, más quieren. Quieren manejar la atención de la salud, el transporte, las finanzas, la energía, la educación, es decir, todo.
Quieren tener poder para decidir quién gana y quién pierde, quién está arriba y quién está abajo, qué es cierto y qué es falso, e incluso quién vive y quién muere. (Aplausos).
Básicamente, todos aquí sabemos que no hay nada menos democrático que el socialismo. En todos los sitios y momentos en los que se ha manifestado, ha anunciado que promovería el progreso pero, en definitiva, lo única que genera es corrupción, explotación y degradación.
Hoy está con nosotros David Smolansky. (Aplausos). David era uno de los alcaldes más jóvenes de la historia venezolana, cuando fue apartado del cargo por el régimen de Maduro, que dictó una orden de detención en su contra. David huyó a través de la peligrosa selva venezolana. Finalmente, David pudo llegar a Brasil, donde lo acogieron de brazos abiertos.
Hoy David vive exiliado en Estados Unidos, donde sigue hablando en nombre del pueblo venezolano. Lamentablemente, David es la tercera generación de su familia que huyó de la agonía producto del socialismo y el comunismo. Los abuelos de David huyeron de la Unión Soviética en 1927, y su padre huyó de la Cuba comunista en 1970.
Como lo dijo David, “La diferencia que quiero tener con mi padre y abuelo es poder volver a mi país”. (Aplausos). “Mis abuelos nunca regresaron a Kiev…mi padre no ha regresado a La Habana. Espero poder regresar [pronto] a Venezuela”. (Aplausos). Creo que eso sucederá, David.
Muchísimas gracias, David. Creo que pronto ocurrirá. David, quiero decirle que su valentía es fuente de inspiración. Y no solo David; también muchas de las personas en esta sala. Han pasado por muchas vivencias, pero ven que está terminando. Por primera vez, realmente ven que se acerca el fin. Por primera vez, lo están viendo… pues Estados Unidos, una verdadera gran nación, está con ustedes. (Aplausos).
PÚBLICO: ¡EE.UU.! ¡EE.UU.! ¡EE.UU.!
EL PRESIDENTE: Y mientras Estados Unidos apoya la democracia en Venezuela, reafirmamos nuestra solidaridad con el extenso padecimiento del pueblo de Cuba y Nicaragua, y las personas en todo el mundo que viven en regímenes socialistas y comunistas.
Y a quienes intentarían imponer el socialismo en Estados Unidos, nuevamente les transmitimos un mensaje muy sencillo: Estados Unidos nunca será un país socialista. (Aplausos).
Nacimos libres, y seguiremos siendo libres, ahora y por siempre.
(Aplausos). Sabemos lo que la libertad puede lograr en Venezuela porque hemos visto ese futuro aquí en Doral.
Sabemos lo que puede hacer la libertad en Cuba porque hemos visto ese futuro aquí en Miami. (Aplausos).
Sabemos lo que la libertad puede lograr en Nicaragua porque hemos visto ese futuro en Sweetwater. (Aplausos).
Y un día, pronto, con la ayuda de Dios, vamos a ver lo que harán las personas en Caracas, Managua y La Habana. (Aplausos).
Y cuando Venezuela sea libre, Cuba sea libre y Nicaragua sea libre, este será el primer hemisferio libre en toda la historia de la humanidad. (Aplausos).
Ha sido un inmenso honor estar con ustedes hoy, y la Primera Dama comparte este honor. Estamos ganando. Estamos ganando en todos los frentes.
Muchas gracias. Dios los bendiga. Dios bendiga al pueblo de Venezuela. Dios bendiga al pueblo de Cuba. Dios bendiga al pueblo de Nicaragua. Y Dios bendiga a Estados Unidos de América. (Aplausos). Muchísimas gracias.
Fin 5:19 p.m. hora del Este
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Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.