LA CASA BLANCA
WASHINGTON
20 de mayo de 2017
En ocasión del Día de la Independencia de Cuba, extiendo mis más sinceros deseos a la comunidad cubano-estadounidense y al pueblo de Cuba, mientras nuestra nación entera celebra junto a ustedes el aniversario de la Independencia cubana.
Los estadounidenses y los cubanos comparten el respeto por los principios del autogobierno, dignidad y libertad. En el día de hoy, recordamos a patriotas como José Martí, que entregó su vida a convertir a Cuba en un país con una economía competitiva y en una nación políticamente autónoma. Él nos recuerda que el despotismo cruel no podrá extinguir la llama de la libertad en el corazón de los cubanos, y que la persecución injusta no podrá truncar el sueño de que sus hijos vivan libres de opresión. El pueblo cubano merece un gobierno que reivindique en forma pacífica los valores democráticos, las libertades económicas, las libertades religiosas y los derechos humanos, y mi gobierno tiene el compromiso de hacer realidad esa visión.
Hoy también rendimos homenaje a las generaciones de cubano-estadounidenses que han hecho aportes extraordinarios a nuestro país, compartiendo su cultura y su talento. Los cubano-estadounidenses se han destacado en la literatura, el arte, los negocios, el deporte, la justicia, el Congreso y también dentro de mi Gobierno. Estamos especialmente agradecidos a los cubano-estadounidenses que prestan servicio en nuestras fuerzas armadas y se han sacrificado en defensa de nuestra libertad.
Melania y yo enviamos nuestros mejores deseos en esta importante fecha de la historia para América. Dios bendiga al pueblo de Cuba y a nuestros amigos cubano-estadounidenses que llaman a Estados Unidos su hogar.